2a. ¿Qué actividad del
curso presencial le ha sorprendido en la medida en que ha modificado sus
creencias sobre el aprendizaje y la enseñanza de una lengua? ¿Por qué?
La actividad que más me ha sorprendido del curso presencial que hemos llevado a cabo en el centro Universitario Villanueva, en relación al curso de Español como Lengua Extranjera del Instituto Cervantes, ha sido la actividad llamada Clase Cero.
La verdad es que la actividad se llama Clase Cero, porque consiste en comenzar a dar una clase de una lengua extranjera, a alumnos que no saben nada de dicha lengua, que están en conocimiento cero de dicha lengua; aunque si bien eso no es cierto, ya que siempre queramos o no sabemos palabras sueltas de una lengua extranjera que ni siquiera nosotros somos conscientes de ello. En nuestro caso la lengua extranjera que se nos impartió fue el alemán, y para nuestra sorpresa conocimos palabras como Vollkswagen, (coche popular), deustche, (alemán), auf wiedersehen, (adiós).
Es curioso observar como solo con la pronunciación del profesor, en este caso profesora Pilar Melero Abadía, y con su lenguaje no verbal, gesticulando, nos hacía ver, entender qué nos pedía en cada momento de la clase; siempre hablando el alemán y no utilizando para nada el idioma materno nuestro el Español.
Esta clase modificó mi modo de entender cómo aprendemos una lengua nueva, ya que jamás hubiera creído, que una persona que no supiera un mínimo de gramática de la lengua extranjera a estudiar, fuese capaz de interactuar en una clase de dicha lengua, solo observando y escuchando vocabulario que desconoce. Pero a los hechos me remito y puedo asegurar que ahora, sé que cualquier persona da igual la edad, si le pone ganas e interés al aula de la lengua extranjera, será capaz de aprenderla.
Gracias a Pilar, he descubierto que la mejor manera de enseñar y aprender una lengua es implicando a nuestros alumnos en dicha lengua, y procurando que desde un principio hablen la lengua a aprender, e intenten no hacer uso de sus lenguas maternas.
Ciertamente es una experiencia que me ha marcado y que me ha encantado y sobre todo me ha abierto a la posibilidad de no tener miedo a llevar a cabo una clase cero con mis futuros alumnos.
2b. ¿Qué actividad del curso presencial no se atrevería todavía a llevar al aula? ¿Por qué?
En primer lugar parto de la base que no hay ninguna actividad que dimos en el curso presencial que no me atreva a llevar a cabo en el aula; pero si alguna de ellas no estaría dispuesto o me disgustase más llevar al aula sería La enseñanza de la gramática, también impartida por Pilar Melero, pero en este caso, he de confesar que la materia a impartir, no me atrae lo más mínimo, ya que considero que la gramática, si bien es importante en un aula y por supuesto en un aprendizaje de una nueva lengua, no lo considero tan importante como por ejemplo la conversación en dicho idioma.
La gramática es necesaria para saber escribir una lengua, pero el tema de hablarla es diferente, ya que podemos decir que una persona sabe hablar una lengua extranjera cuando es capaz de comunicarse en acciones de la vida real y hacerse entender, pero ello no conlleva que sepa la gramática de dicha lengua. De hecho podemos indicar que ni siquiera los nativos conocemos 100% nuestra gramática, pero estamos convencidos de que dominamos nuestra lengua. Ello es debido a que somos capaces de comunicarnos en casi todos los ámbitos de nuestra vida de una forma más que eficaz y nos hacemos entender perfectamente.
Por estos motivos anteriormente citados, no llevaría al aula, bueno tampoco es correcto decir eso, más bien no daría tanta importancia en el aula a la gramática como a otra técnica específica.
2c. ¿Qué actividad del curso presencial quiere llevar a clase en cuanto tenga oportunidad? ¿Por qué?
De todas las actividades que llevamos a cabo en el curso presencial, como ya he indicado me llamo mucho la atención La Clase Cero, pero sinceramente, me da un poco de respeto el llevarla a cabo, por si no tengo tanto éxito como Pilar. Así que puestos a elegir, me quedaría con todas aquellas actividades que sirven para cohesionar al grupo de alumnos que poseemos en el aula.
Me llamo mucho la atención la primera actividad que llevamos a cabo, en la cual la profesora nos indicó que nos ordenáramos por fecha de nacimiento, así formamos un círculo donde nos englobábamos todos los alumnos empezando por el mes de enero y acabando por diciembre.
La verdad es que esta disposición nos pautó quien iba a hablar primero y cómo iba a presentarse a los demás.
Fue una tarea bastante entretenida y productiva, porque si bien es cierto que la mayoría nos conocíamos de los cursos Online, también es verdad que no sabíamos las fechas de nuestros cumpleaños y que ello sirvió para que nos conociéramos mejor y que nos relajásemos. En definitiva nos identificó más como el grupo del Cervantes.
Siguiendo esta dinámica, llevaría a cabo todas las demás técnicas para cohesionar, como El ovillo.
Si bien es verdad que dichas técnicas llevan un tiempo y un trabajo por parte del profesor y de los alumnos, lo considero bien empleado porque además de para conocernos mejor, también son actividades que fomentan la interactuación de los diferentes miembros del aula, desde el profesor a los alumnos.
Importante tener la sensación de pertenecer a un aula o grupo, ya que esa sensación de formar parte de un todo nos ayuda a dar lo mejor de nosotros.
Es curioso observar como solo con la pronunciación del profesor, en este caso profesora Pilar Melero Abadía, y con su lenguaje no verbal, gesticulando, nos hacía ver, entender qué nos pedía en cada momento de la clase; siempre hablando el alemán y no utilizando para nada el idioma materno nuestro el Español.
Esta clase modificó mi modo de entender cómo aprendemos una lengua nueva, ya que jamás hubiera creído, que una persona que no supiera un mínimo de gramática de la lengua extranjera a estudiar, fuese capaz de interactuar en una clase de dicha lengua, solo observando y escuchando vocabulario que desconoce. Pero a los hechos me remito y puedo asegurar que ahora, sé que cualquier persona da igual la edad, si le pone ganas e interés al aula de la lengua extranjera, será capaz de aprenderla.
Gracias a Pilar, he descubierto que la mejor manera de enseñar y aprender una lengua es implicando a nuestros alumnos en dicha lengua, y procurando que desde un principio hablen la lengua a aprender, e intenten no hacer uso de sus lenguas maternas.
Ciertamente es una experiencia que me ha marcado y que me ha encantado y sobre todo me ha abierto a la posibilidad de no tener miedo a llevar a cabo una clase cero con mis futuros alumnos.
2b. ¿Qué actividad del curso presencial no se atrevería todavía a llevar al aula? ¿Por qué?
En primer lugar parto de la base que no hay ninguna actividad que dimos en el curso presencial que no me atreva a llevar a cabo en el aula; pero si alguna de ellas no estaría dispuesto o me disgustase más llevar al aula sería La enseñanza de la gramática, también impartida por Pilar Melero, pero en este caso, he de confesar que la materia a impartir, no me atrae lo más mínimo, ya que considero que la gramática, si bien es importante en un aula y por supuesto en un aprendizaje de una nueva lengua, no lo considero tan importante como por ejemplo la conversación en dicho idioma.
La gramática es necesaria para saber escribir una lengua, pero el tema de hablarla es diferente, ya que podemos decir que una persona sabe hablar una lengua extranjera cuando es capaz de comunicarse en acciones de la vida real y hacerse entender, pero ello no conlleva que sepa la gramática de dicha lengua. De hecho podemos indicar que ni siquiera los nativos conocemos 100% nuestra gramática, pero estamos convencidos de que dominamos nuestra lengua. Ello es debido a que somos capaces de comunicarnos en casi todos los ámbitos de nuestra vida de una forma más que eficaz y nos hacemos entender perfectamente.
Por estos motivos anteriormente citados, no llevaría al aula, bueno tampoco es correcto decir eso, más bien no daría tanta importancia en el aula a la gramática como a otra técnica específica.
2c. ¿Qué actividad del curso presencial quiere llevar a clase en cuanto tenga oportunidad? ¿Por qué?
De todas las actividades que llevamos a cabo en el curso presencial, como ya he indicado me llamo mucho la atención La Clase Cero, pero sinceramente, me da un poco de respeto el llevarla a cabo, por si no tengo tanto éxito como Pilar. Así que puestos a elegir, me quedaría con todas aquellas actividades que sirven para cohesionar al grupo de alumnos que poseemos en el aula.
Me llamo mucho la atención la primera actividad que llevamos a cabo, en la cual la profesora nos indicó que nos ordenáramos por fecha de nacimiento, así formamos un círculo donde nos englobábamos todos los alumnos empezando por el mes de enero y acabando por diciembre.
La verdad es que esta disposición nos pautó quien iba a hablar primero y cómo iba a presentarse a los demás.
Fue una tarea bastante entretenida y productiva, porque si bien es cierto que la mayoría nos conocíamos de los cursos Online, también es verdad que no sabíamos las fechas de nuestros cumpleaños y que ello sirvió para que nos conociéramos mejor y que nos relajásemos. En definitiva nos identificó más como el grupo del Cervantes.
Siguiendo esta dinámica, llevaría a cabo todas las demás técnicas para cohesionar, como El ovillo.
Si bien es verdad que dichas técnicas llevan un tiempo y un trabajo por parte del profesor y de los alumnos, lo considero bien empleado porque además de para conocernos mejor, también son actividades que fomentan la interactuación de los diferentes miembros del aula, desde el profesor a los alumnos.
Importante tener la sensación de pertenecer a un aula o grupo, ya que esa sensación de formar parte de un todo nos ayuda a dar lo mejor de nosotros.
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