Buena tardes:
mi opinión es totalmente favorable a desarrollar una correcta competencia existencial por parte del profesor que va a desempeñar la clase de ELE y cualquier otra, ya que hay que tener en cuenta las características individuales de cada individuo, para de esta manera poder ajustar nuestra actuación lo mejor posible al grupo que tengamos como alumnos.
Además conociendo las inquietudes de nuestros alumnos les hacemos partícipes de su enseñanza y se sienten más integrados y sobre todo estrechan lazos con su profesor, pero el profesor debe de saber delimitar su campo y el del alumno, ya que un exceso de confianza no beneficiaría el proceso enseñanza-aprendizaje.
Resaltar que un conocimiento amplio de nuestros alumnos en su aspecto personal nos facilitará la tarea de dirigirnos a ellos al dar la clase, ya que no hay que olvidar que debemos crear un ambiente de trabajo adecuado y ello lo alcanzamos gracias a la competencia existencial; si bien es cierto que cuando el grupo es heterogéneo, esta tarea va a ser complicado, y posiblemente debamos asumir la estrategia que más abarque al número de alumnos.
Sinceramente estoy bastante a favor de un buen desarrollo de competencia existencial por parte del profesor.
Sobre los inconvenientes que en anteriores años expresan, indicar que no estoy de acuerdo en que el profesor entra en psicoanalizar a sus alumnos, más bien lo que hace es conocerlos mejor para poder ayudarles a su desarrollo y por supuesto, me parece triste que haya algún compañero que piense que es complicado y que no debemos individualizar a nuestros alumnos, demostrando así conformidad en un proceso obsoleto que no llega a cubrir las necesidades de todos, sino de unos pocos. Cierto que es complicado lograr individualizar a todos los alumnos, pero creo que es nuestro deber, al menos, intentarlo.
Estas son mis argumentos para defender a ultranza la competencia existencial como necesaria para poder desempeñar nuestra labor docente
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